La cadena de suministro de café ha sido impulsada por comerciantes y grandes tostadores multinacionales desde el final de la época colonial. Estos grandes actores todavía tienen la mayor parte del poder de toma de decisiones que determina cómo se produce, cotiza y distribuye el café. Eso es lo que Algrano quiere cambiar.

Sabemos que algunos comerciantes y grandes tostadores multinacionales adoptan buenas prácticas de abastecimiento y que la cadena de suministro no se divide en buenos y malos. Pero no se puede negar que el comercio tradicional sigue funcionando como siempre. Por eso nunca quisimos ser una empresa comercial más.

El modelo de comercio tradicional limita el potencial de los pequeños y medianos agricultores y tostadores. Refuerza el mercado C, que en última instancia mantiene a los productores en una posición vulnerable como tomadores de precios y aliena a los tostadores y consumidores.

Algrano no es el primero en intentar cambiar esto. El movimiento de comercio directo apareció a principios de la década de 2000 y mostró que las cosas podrían ser diferentes. Los tostadores comenzaron a tomar el control de su cadena de suministro, negociando directamente con los agricultores y desarrollando relaciones que pasaban por alto a los comerciantes.

Había solo un problema. Como un tostador necesita una gran capacidad de compra y experiencia en la importación para traer contenedores, el modelo fue accesible para algunos tostadores. El comercio directo tenía el potencial de ser mejor que el comercio de comerciantes, pero con un impacto limitado. Ahora, Algrano hace que la compra sea directamente posible para todos y cada uno de los tostadores de Europa. Algrano es como comercio directo, pero con esteroides.